Llegás a casa después de un día agotador.
Tenés cero energía, es momento de descargar un poquito de estrés del día y lo primero que pensás es algo así como… “hoy no quiero cocinar”. O tal vez, en esa bebida bien fría que tanto te gusta pero estás tratando de bajar. Y uy... se te cruza por la mente el...