Apagaste el despertador cinco veces antes de decidirte a salir de la cama; te quedaste chusmeando las redes un poquito más de lo que deberías en modo zombie; quisiste “adelantar” con unos mails de la ofi y se te hizo tardísimo. Entre medio aprontar a los peques, sacar la basura, la vueltita a la man...