Detox Para Mujeres Ocupadas: Cuidate con Poco Tiempo

Vivís a full. Tenés mil responsabilidades, horas largas de trabajo y todo el tiempo que te queda se lo das a tu familia que amás (y te necesita por cierto!), a tu novio que también siempre tiene algún programa divertido o en algunos días – admitilo – a verte una serie entera en Netflix. (3 temporadas? no es nada…) 

Pero hay algo que sabés: este año vas a empezar a cuidarte. 
Ya te pusiste la meta y de alguna manera va a salir! 

Y vos podés! 

No temas, no es necesario que sacrifiques otra hora de sueño, hay pequeñas cosas que podés hacer para subir tu alimentación de nivel esta misma semana. 


Van nuestros top 5 tips para mujeres ocupadas: 




1. EMPEZÁ SUAVE.

Cuando estamos motivadas a cambiar tendemos a querer hacer todo ya. Nos compramos 5 libros de cocina, media feria ecológica, todos los tuppers nuevos para la vianda y llegamos a casa agotadas antes de empezar. Si te proponés cambios radicales de una y sin orientación es muy probable que te canses rápido y termines largando todo. La peor parte es que te vas a convencer a ti misma de que “yo no puedo” o “esto no es para mí”. Pero síiiiiiiiiiii es para ti y síii, vos podés. Lo importante es ir paso a paso. Respetá tu energía hoy, tus tiempos hoy, y trabajá desde ahí. 

Proponete ser constante con algo que ya sabés hacer, o mejorar un hábito que ya tenés en vez de empezar uno nuevo como primer paso. Y acordate de nuestro mantra: Todo Suma. 


2. LAVALO.

Para comer mejor es fundamental tener las cosas a mano y fáciles de usar. Así cuando llegás de noche son 5 mins para preparar la cena en vez de 30 (o más... ouch!). Las ensaladas son siempre una idea genial pero solo va a salir rápida si tenés tus verdes pre-lavados. Hacete la rutina de limpiar esa lechuga y rúcula apenas llegás de la feria, o comprá una opción pre-lavada cuando estás apurada. 

Usá esos verdes para hacerte una ensalada rápida de almuerzo o cena, o como guarnición de lo que siempre comas (sip, cuando comés pasta también). 


3. CONGELADOS.

Amo la fruta congelada y en algunos casos, como con los arándanos, sus antioxidantes están más biodisponibles así. *wow* La mejor parte es que no tenés que lavar, picar, rayar, nada – lo sacás del freezer y pronto. Podés hacerte tus propias frutas freezadas cuando tengas tiempo o para sacarte de apuros comprá fruta congelada. Personalmente soy muy fan de los frutos rojos porque son muy fáciles de lavar (en agua y vinagre de manzana), enjuagar, escurrir y congelar. 

La fruta congelada es perfecta para hacerte un smoothie rápido o para usar por arriba de tu yogurt o muesli de la mañana – todo queda más rico y con mil y un beneficios extra. 


4. UN POTE SEMANAL.

Al comienzo de la semana siempre me hago un pote de quinoa, mijo, couscous u otro carb saludable (voy variando) que me rinda varios días. La mayoría de estos duran unos 4 días en la heladera. Calculo de comer una porción ese día e ir usándola en la semana. 

Así tengo siempre un recurso para hacer más polentona una ensalada o usar de guarnición con algo que haya sobrado de la cena. 


5. DOBLE PORCIÓN.

Siempre que hago algún plato más elaborado (y a veces incluso una ensalada) hago doble porción y guardo la segunda en la heladera o la congelo. No siempre tenemos ganas de comer lo mismo al otro día, pero con la opción del freezer todo se soluciona. 

Si son más de una porción que sobran, la clave es guardarlas separadas en diferentes potes, así sacás solo lo que necesitás. No hay nada como tener tu arsenal de opciones sanitas en el freezer esperándote! ;)


 


Probalos! 

Después nos contás...

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